Carta a mi mejor amigo

Hey you!

Nunca he sido buena con las palabras, pero espero que éstas de alguna manera lleguen a ti, algún día, en algún momento.

Recién leí un email que te escribí hace unos años, en el tiempo en que decidimos alejarnos (nuevamente), recuerdo que acababa de pedirte intentarlo, después de todo, decías estar enamorado de mí desde que nos conocimos; habías esperado por mí, pero justo ese día, simple y sorprendentemente me rechazaste, fue triste porque siempre nos pasó igual, cuando había una ligera posibilidad entre nosotros, algo nos alejaba, regularmente eran cosas mías, pero esa vez fuiste tu.

Aquella tarde me sentí triste al darme cuenta de que siempre volvía a ti, peleábamos, nos alejábamos y al final siempre te buscaba con algún pretexto para seguir siendo amigos.

Hoy, nuevamente me veo sin ti, y solo puedo recordar tus palabras: «Nos conocemos tanto (nuestras virtudes, nuestros defectos), que nos entendemos bien», pero ¿sabes? No es así, no nos conocemos lo suficiente porque al final siempre terminamos alejándonos. Quiero decirte que esta vez algo tiene que cambiar, esta vez tiene que ser definitivo… y de todas las cosas que vivimos y de las que dejamos pasar, es momento de olvidarlas o guardarlas y atesorarlas… allá tú… allá yo.

Qué extraña relación hemos tenido todo este tiempo, qué tiempos tan complicados y qué difícil nos hemos hecho las cosas, una amistad tan larga y tan «fuerte», que se rompe con cualquier cosa. Han pasado un par de años desde aquella carta y seguimos en el mismo punto que en aquel entonces. Pero ahora, quiero hacer las cosas por y para mí, para perdonarme, para dejar ir, para vivir… para estar bien, para descubrirme, para dejar atrás por fin, todo aquello que en mi vida ya no nutre, lo que ya no tiene sentido conservar, lo que duele… y duele darme cuenta de que estás en esa lista interminable de momentos para dejar ir… Fuiste más de lo que yo merecía, más amigo que otros, y aunque no lo creas, más amor, por eso me pesa haber estado tanto tiempo así, en el limbo de nuestra relación. No tiene caso hablar del pasado, de lo que no fue, de lo que pudo ser, solamente me queda desearte lo mejor de mundo, la mayor felicidad que puedas tener. Sé que las palabras entre nosotros ya están gastadas, que la historia se fue acabando de a poco con cada despedida, sé que al final no queda más para avanzar… me voy para que seas feliz, para no estorbar, para ser feliz yo.

Eso es lo que he estado descubriendo este tiempo, que la felicidad esta en uno mismo… yo tan refugiada en mí, y a veces en brazos fríos, en amores tardíos y miradas crueles… he aprendido que todo algún día termina, incluso esto que nunca empezó.

Gracias por todo, por cada pequeña cosa, por tu tiempo, por la historia… y hasta por las caídas, por los No´s, por los siempre… Gracias y hasta siempre…Mi mejor amigo.

 

 

D.R. ©  Ángeles LezCa, 2017