Haciendo catársis

No es el celular que te quitan, ni la cartera de la que te despojan

No es que rompan cartucho, ni los insultos soltados al viento.

Es el miedo, la sosobra, la ansiedad que te causan,

es la tranquilidad que te roban, es el mensaje que te dejan:

«No puedes ser libre en tu propia libertad».

Entre las actividades nuevas, cambio de ciudad, nuevo trabajo, nuevas rutinas, me ha sido complicado darle rienda suelta a mi lecto-escritura, espero organizarme pronto para poder continuar leyendo a cada una de las personas que sigo en este mundo cibernético, y también para seguir compartiendo un poquito de mí a través de mis viejas historias y palabrería al aire. Hoy, el cansancio me domina, hoy el aire me falta, porque con situaciones como lo que viví hace unos días (asalto a mano armada), avivan viejas heridas, y sobretodo, me he quedado con la impotencia, coraje, miedo y ansiedad, con la paranoia de salir cada día a la calle sin saber si algún «amante de lo ajeno» se interpondrá entre tu camino y tú, y realmente da coraje que te despojen de lo poco que consigues con esfuerzo, pero lo peor es vivir con miedo, lo peor es que te roban la tranquilidad en este país en el que hasta por eso (tranquilidad) hay que pagar. Supongo que de alguna manera tenía que hacer catarsis, (no fueron suficientes las 3 horas de llanto de esta sensible y chillona mujer), así que solo puedo decir: A pesar de todo Dios siempre me cuida… y a vivir, sin miedo, sin ansiedad, libres… libres… libres…