¿Qué hago con tus palabras?

Seguí tus pasos en silencio aquella noche, caminé tras de ti esperando una palabra,

una mirada que me hiciera entender ¿Qué es lo que tenías miedo de decir?

Agoté la paciencia que me quedaba después de tantos tropiezos, de tantas caídas,

de tantas noches y días esperando en el silencio de una casa fría.

 

Y aún existen preguntas esperando una respuesta…

no quería que este día llegara en el silencio que me pediste,

en la distancia que pusiste por no hablar, por no escuchar, por callar.

 

Cuando llegue la noche todo se habrá acabado, las preguntas que no hicimos, las que callamos, las que me asustaba hacer, finalmente encontraran su respuesta solo en el silencio.

Cada palabra, cada acción, es un riesgo, ese es el por qué no puedo acercarme a ti aunque quiera, hay riesgos que vale la pena correr, hay otros que no… pero quiero decirte que sólo en aquel lugar:

«Se apagaron las luces y se encendieron las estrellas»

… Recuerda que estamos destinados a lo que elegimos, Corregir es un regalo.

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